martes, 15 de marzo de 2011

EL DESPERTAR DE CADA DIA




Cuando me "despierto" de un sueño reparador, paso lista por sobre mi cuerpo y me estiro como el gato, para ver si mis músculos, articulaciones, órganos y sensaciones se integran, en este cuerpo en el que habita mi alma. Y mi alma despierta. A veces, pienso en mis seres queridos y paso lista… Están, no están, me comunico, los recuerdo, los convoco y siento la alegría de que estén vivos en mí. Pienso en mis hijos, sus familias, mis nietos, los amigos, hermanos de la vida, compañeros de ruta. Algunos están desde siempre, otros de a tramos. Y entonces viene una energía que ilumina mi "despertar". Ahí estoy en mi, me reconozco en soledad, a pesar de todos los seres que habitan mi alma. Esa soy. Con necesidades y carencias, con plenitud en la intensidad del vivir. Sí, esa soy yo. Y también soy yo, cuando no despierto y en un estado de nebulosa, entre sueños, pierdo el norte, el punto que hace a mi existir. ¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy?
Dónde encuentro esa sutil figura que enriquece mi propio devenir…
Así, a veces, mi alma queda dormida aunque mi cuerpo "despierte". Por dolor, por frustración, porque no comprende por dónde circula el deseo. El deseo que es buscador… de objeto, como dice Freud. Y entonces no encuentro, porque no busco, sólo me pierdo, sólo me quejo, sólo me victimizo en "mi yo propio". ¿Cómo se hace entonces cuando uno entra en esos laberintos, paradojales y sumamente sinuosos?
"El despertar", es fundamental. El convocar al deseo para reconocer qué necesito y buscarlo. Dejar de lado la mala compañía del resentimiento y la crítica. Convocar a los seres que de alguna manera siguen siendo maestros para el aprendizaje del buen vivir. Convocar al cuerpo, a la energía vital que me propone otros caminos a recorrer. Ser conciente del tiempo de la vida y del tiempo de la muerte simultáneamente. Para no perderme en otras formas de la muerte en la vida.
Convocar al amor, a la ternura y al reconocimiento del otro, los otros con sus más y sus menos, pero siempre en relación a… y no en exclusividad de... Estos recursos no son recetas, son el producto de experiencias vivenciales correctivas de la crueldad y la oscuridad. Digo correctivas porque son comunes a todos los seres humanos. Un ingrediente necesario.

1 comentario:

  1. querida Sara, entré a tu blog para felicitarte por lo escrito en la publicidad sobre el encuentro de Al Don, Don.....ya que me parece una perla como está expresado y lo interesante que es pensarlo como lo proponés. Siento que ES ASI y que no nos prepararon para ver nuestros dones NO desde LA FALTA, sino desde lo maravilloso y a la vez LA OPORTUNIDAD que nos da EL CAMBIO, tal como lo planteas.
    Y...me encuentro con EL DESPERTAR DE CADA DIA que me hizo sentir cada palabra, cada frase, es tan así que solo quiero decirte que me hiciste vibrar y compartir un sentir que no es poco.
    Un abrazo
    Claudia Hershcovich

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